Ayer nadie creía que la Liga Árabe iba a suspender a Siria. La organización había impulsado días antes un plan para acabar con la violencia del régimen de Asad, que el gobierno había aceptado. Pero nada había cambiado: los civiles seguían muriendo, el ejército no se retiraba. Ante el incumplimiento, el fin de semana pasado […]
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